

El concepto
Poder vivir una vida autónoma, individual e independiente, integrados en una comunidad de vecinos. Este es el resumen de nuestra idea.
¿Cómo implementamos esto? Nuestro deseo: organizarnos idealmente como un proyecto conjunto. Esto significa un gran compromiso por parte de todos los involucrados: todos aportan una amplia gama de habilidades y talentos.
Así vivimos el cohousing:
Cada uno de nosotros disponemos de apartamentos individuales y zonas comunes, especialmente zonas de invitados para nuestros numerosos visitantes.
Valoramos y respetamos nuestras necesidades de privacidad y retiro.
Nos reunimos semanalmente toda la comunidad para discutir internamente todo lo que está pasando.
En la vida cotidiana, mantenemos contacto entre nosotros de diversas maneras: a través de charlas entre vecinos, conversaciones profundas, trabajando juntos en proyectos, cocinando, comiendo, jugando y haciendo cosas juntos. Para ello se buscan soluciones individuales.
Apoyo en caso de enfermedad y necesidad de ayuda.
Como vecinos directos, nos damos cuenta cuando se necesita ayuda en caso de enfermedad o emergencia. La necesidad permanente de ayuda sólo puede abordarse individualmente, por ejemplo con ayuda profesional ambulatoria.
Existen formas organizativas muy diferentes para los proyectos comunitarios en diversos patrocinios legales. Nosotros nos hemos decidido por un proyecto cooperativo. Modelo cooperativo Ni alquiler ni propiedad, el modelo cooperativo hace hincapié en el carácter comunitario de un proyecto. Las personas implicadas invierten su propio capital en una cooperativa, de la que son socios. La cooperativa alquila o adquiere una propiedad adecuada con su propio capital en forma de acciones en manos de las personas implicadas, más depósitos y préstamos personales de los socios y simpatizantes y, si es necesario, préstamos bancarios. Los depósitos y préstamos devengan intereses y se devuelven cuando se cancela o finaliza el proyecto. Los participantes en el proyecto pagan una cuota mensual para sufragar los gastos de funcionamiento y los gastos corrientes de intereses y amortización, mantenimiento y reservas. Cada miembro de la cooperativa tiene un voto en la asamblea de la cooperativa, que decide los principios. La gestión diaria corre a cargo de un Consejo de Administración honorífico.